En la inmensidad del norte de Chile, específicamente a los pies del cerro Talinay, destaca imponente la estatua del Beato Alberto Hurtado de más de cinco metros de altura, que gracias a la iluminación fotovoltaica que fue instalada a su alrededor, podrá ser disfrutada por todos aquellos que pasen por este punto turístico.
Iluminar al Beato de Chile -canonizado por Benedicto XVI en Ciudad del Vaticano el 2005-, fue una necesidad durante años, ya que si bien ahora existe distribución eléctrica, por muchos años no hubo nada. Así, la apuesta fotovoltaica estaba proyectada hace ya unos seis años, pero recién se pudo concretar en diciembre pasado con el aporte de privados y de la parroquia.
La recepción y acogida ha sido muy positiva tanto en la comunidad, como por los grupos de peregrinos y turistas en general.
“Todos están felices con esta innovación ambiental que se activa cada noche de las 21:00 horas hasta las 02:00 a.m.”, comenta entusiasta el Padre de la Parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Canela, Yan Delau Baru, misionero de Indonesia perteneciente a la congregación del Verbo Divino.
El proyecto fue gestado por Cristián Collao, colaborador de la parroquia e instalador eléctrico certificado, quien se capacitó con la empresa chileno alemana Heliplast, y puso en marcha el proyecto que funciona en óptimas condiciones según lo proyectado.
“Con iniciativas como ésta, puedes generar energía autónoma que no dependa de los postes ni cables”, dijo el instalador.
Por su parte, Peter Horn, CEO de Heliplast, empresa encargada de la instalación de las lámparas, comentó que la empresa es pionera en energía solar desde el año 1984.
“Vemos con orgullo el avance significativo y gradual de la energía fotovoltaica en diversos campos de aplicación en Chile, acercándose a la vida común de las personas, complementados con los gigantes proyectos de plantas solares y eólicas, ahora también presentes para la industria, comercio y residencial de todo tamaño y bolsillo”.